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La primera barrera

El virus (gusano de correo) Gibe.C es, en este momento, el más extendido en la Red. Además, ha estado a punto de dejar inoperativa la plataforma de acceso a Internet de Telefónica Net. ¿Cómo es posible si es necesario ejecutarlo manualmente para que lleve a cabo la infección?

Ha fallado lo que llamo la primera barrera: el usuario.

En Internet, como en la vida real, hay cosas que no son lo que aparentan. Pero el usuario, usando un poco de sentido común puede reconocer los engaños. En el caso de Gibe.C puede pretender ser un mensaje rechazado por un servidor de correo o una actualización de Microsoft. Si fuese un mensaje rechazado, ¿cómo es que el archivo adjunto no lo has visto nunca? En el caso de que fuese una actualización de Microsoft sería noticia, ya que Microsoft nunca envía actualizaciones por correo y una sencilla busqueda debería mostrarnos la falsedad de tal actualización.

Los usuarios de los ordenadores infectados nunca se hicieron esas preguntas, ni se tomaron la molestia de comprobar la veracidad del e-mail, simplemente lo ejecutaron.

¿Por qué lo ejecutaron sin pensar? Bueno, eso es un tema interesante, incluso digno de estudio. Sucede que mucha gente desconecta su sentido común al conectarse a Internet; son personas que en la vida real pueden ser inteligentes, incluso escépticas, pero es conectarse a la Red y se convierten en crédulos pertinaces. Se creen autómaticamente todo lo que les muestra su pantalla. Ven el logotipo de Microsoft y creen que lo que están leyendo procede, con toda seguridad, de la empresa de Redmond; les llega un e-mail que parece provenir de un amigo, y no se les ocurre pensar que es posible que lo haya envíado otra persona o que sea un mensaje autómatico enviado por un virus.

También sucede que mucha gente no tiene claro lo que es un virus, mucho menos qué es capaz de hacer y que no, para ellos escribí hace tiempo ¿qué es un virus?

El sentido común puede ser el antivirus más poderoso. Unas cuantas preguntas que conviene hacerse antes de ejecutar un archivo adjunto:


  • ¿Valdrá la pena? Si es algo que no necesitamos, quizá lo mejor sea borrarlo sin más.

  • ¿Has pedido ese archivo?. Si no lo has hecho, probablemente no lo necesites, lo mejor será borrarlo sin más.

  • ¿Conoces a la persona que te lo envía? Si no lo conoces, probablemente lo que te envía no te interesa, bórralo sin más.

  • ¿La persona que lo mandó sabe que lo hizo? Los virus pueden enviar archivos usando las cuentas de las personas que infectan o las de su lista de contactos. La pregunta no es tan tonta como puede parecer a primera vista.



Si la respuesta a todas las preguntas anteriores es afirmativa, entonces es hora de ir pensando en ejecutarlo, pero antes asegurate de que tienes el antivirus actualizado y revisa el archivo con él.

Si todo el mundo se hiciese estas sencillas preguntas cuando descarga el correo, un virus como Gibe.C no pasaría de ser una anécdota, pero, a juzgar por la noticia que daba al principio, no hay mucha gente que se les haga, ni siquiera entre la gente de Telefónica Net, que se supone que trabajan en ésto.

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